lunes, 12 de noviembre de 2012

Los sindicalistas de Atapuerca

Entre las capas mortuorias de la sima de los huesos seguro que yacen los restos de los delegados sindicales de la época, impuestos a sí mismos con la quijada de algún animal como dictadores de una correcta administración del trabajo. Poco ha debido de cambiar el procedimiento porque los dos grandes sindicatos, CC OO y UGT, son un poder fáctico, personalista y con una representación menguada. Ocuparse de la Polis es un derecho extensivo y sería zonzo limitar la acción política del sindicalismo, pero guardando las formas evitando aquellas visitas nocturnas a La Moncloa de Zapatero, las clases de Economía catastrófica para lerdos iluminados, perfeccionando sus elecciones hasta el sufragio universal, abandonando su estatus de ONG alimentada por el Gobierno y quitándose la hipócrita careta apartidista. Ya no se sabe si UGT es la correa de transmisión del PSOE o su salvavidas, y el gourmet o gourmand Cándido Méndez pasa la crisis alimentándose en el restaurante más caro de Madrid, que para algo el perito químico sólo ha trabajado para el socialismo. El denostado Fernández Toxo fue trotskista y como aprendiz de la «Bazán» pasó años en la cárcel hasta que fue amnistiado, y de la clandestinidad volvió a la vida pública ya como comunista irredento. Socialistas y comunistas, fracasados en las urnas, pretenden dictar la política a la mayoría parlamentaria, llaman a la huelga general cuando nos yugulan las cuentas y apoyan un referéndum ilegal que persigue la secesión catalana. Estos dos avechuchos sin recorte en el comedero de los maníes son de los de «cuanto peor, mejor». Sospechosamente, de la Ley de Huelga, que duerme el sueño constitucional de los justos, no quieren ni oír hablar. Hartos de leyes, decretos y normas que cuadriculan al ciudadano, los sindicalistas se niegan a que se regule la huelga, hoy «far west» y Campo de Agramante para los oportunistas que desenfundan más rápido... : ¿Por qué no desempolvan las urnas para todos los afiliados?
Martín Prieto
FVA Management - Blog

Félix Velasco

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