sábado, 12 de agosto de 2017

10 cócteles de película


1. Daiquiri de plátano. «El Padrino II» - «Como se dice Banana Daiquiri en español» le pregunta Fredo a Michael Corleone en una terraza en la Habana en el Padrino II, y éste responde: «Banana Daiquiri». El daiquiri, junto con el mojito, son los cócteles más famosos originados en Cuba. Esta bebida fue inventada a finales del siglo XIX por Jennings Cox, un ingeniero nortea...mericano que trabajaba en un mina de hierro cerca de Santiago de Cuba. A Cox ya no le quedaba ginebra y tenían que atender a unos invitados. No quería darles ron a secas, y, para mejorar su sabor, añadió zumo de limón y azúcar. Cox inventó el cóctel pero quien lo bautizó como Daiquiri fue un amigo suyo, Giacomo Pagliuchi, ingeniero minero de origen italiano. Este cóctel se dio a conocer públicamente en el Bar Americano del Hotel Venus en Santiago de Cuba, donde estos mineros proporcionaron la receta a un barman, y su éxito fue instantáneo. La fama definitiva llegó con Pagliuchi cuando viajó a La Habana y propagó este cóctel. Constante Ribalaigua Vert, barman y posterior propietario del restaurante El Floridita, le añadió el uso del Licor de Marrasquino y lo elaboró en una batidora americana. Ernest Hemingway, el Premio Nobel norteamericano, acuñó la célebre frase de «Mi Mojito en La Bodeguita, Mi Daiquiri en el Floridita».
Receta: Ingredientes: 10 centilitros de ron blanco; 5 cl de zumo de limón, una cucharadita de azúcar, 5 cl de marrasquino, medio plátano en rodajas.
Elaboración: Verter todos los ingredientes en una batidora con hielo picado. Mezclar durante 15 segundos y servir.

2. Manhattan. «Con faldas y a lo loco» - Una de las míticas escenas de la historia del cine, es cuando Sugar Cane, el personaje interpretado por Marylin Monroe en «Con faldas y a lo loco» (Billy Wilder, 1959), improvisa unos Manhattans en una bolsa de agua caliente. Aunque no se sabe muy bien cuál es el origen del Manhattan, podemos datarlo a finales del siglo XIX, cuando ya se tiene constancia de su existencia. Hay varias historias sobre su invención, pero la que cobra más fuerza es la que se le atribuye a Jenny Jerome, la esposa del político británico Randolph Churchill. Fue creado mientras celebraban el éxito de la campaña a gobernador de Samuel Jones Tilden en el Manhattan Club, situado frente al Empire State Building.
Receta: 5 centilitros de whisky, 2 cl de vermú rojo, una gota de Amargo de Angostura.
Preparación: Mezclamos bien los ingredientes y los añadimos sin hielo a una copa de martini fría. Lo adornamos con una guinda o una cereza.

3. Margarita. Rita Hayworth - Este cóctel de tequila aparece en recetarios a partir de los años 30. Su origen es impreciso, pero la leyenda sobre Rita Hayworth cobra mucha fuerza. Se dice que un camarero de Tijuana quedó fascinado en 1938 por una joven bailarina, muy bella, llamada Margarita Carmen Cansino, de melena negra, aunque teñida de pelirroja. En honor a esta mujer e inspirándose en ella, el camarero creó un cóctel llamado como ella, Margarita. Esta joven bailarina, más tarde, se convirtió en Rita Hayworth, la protagonista de Gilda, una de las actrices más famosas de la época dorada de Hollywood. El Margaritas de José Cuervo escogió esta historia para su anuncio publicitario.
Receta: 4 centilitros de tequila, 2 cl de zumo de limón, 2 cl de cointreau o triple seco. Sal y hielo.
Elaboración: Mezclar los ingredientes en una coctelera y servirlos en un vaso con hielo y sal en los bordes.

4. Cosmopolitan. «Sexo en Nueva York» - Aunque es probable que este cóctel lo crearan varios camareros en la década de los 70, no se reconoce su creación hasta 1987, cuando lo originó John Caine propietario de varios bares en San Francisco. Pero su origen, como en la mayoría de los casos, es dudoso. Porque también esta bebida se le atribuye, ese mismo año, al veterano barman de Manhattan, Toby Cecchini. Algunos piensan que el Cosmopolitan lo creó el camarero de Florida, Cheryl Cook. El cosmopolitan se popularizó entre las mujeres en la década de los 90 por su frecuente mención en la serie protagonizada por Sarah Jessica Parker, «Sexo en Nueva York».
Receta: 4 centilitros de vodka, 1,5 cl de cointreau, 1,5 cl de zumo de limón exprimido y 3 cl de zumo de arándanos.
Elaboración: Mezclar todos los ingredientes con hielo y servirlos en un vaso de martini helado. Lo puedes adornar con una rodaja de limón.

5. Vodkatini. Dry Martini y Gibson - El Dry Martini es una de las mezclas en las que la base esencial, junto con el gin tonic, es la ginebra. Su origen se desconoce. Algunos lo asientan en San Francisco, otros en Nueva York, y unos pocos prefieren situarlo en el viejo continente, en Europa. Este cóctel es uno de los más consumidos en el mundo y, como en los anteriores, data de finales del siglo XIX. Una de sus variantes es el Vodkatini, donde se sustituye la ginebra por el vodka. «Un Vodka Martini agitado, pero no revuelto». («Shaken, never stirred, please»). La bebida del agente James Bond 007 es una de sus señas de identidad. Desde el primero, encarnado por Sean Connery, hasta el último, el rubio, Daniel Craig. «Abróchense los cinturones. Va a ser una noche llena de baches», decía la gran Bette Davis protagonista de «Eva al desnudo» (Joseph L.Mankiewicz, 1950) mientras que bebía un Gibson, otra de las variantes del Dry Martini. Sólo que en lugar de adornarlo con una aceituna, va con una cebolleta.
Receta Dry martini o Gibson: Ingredientes:5,5 centilitros de ginebra y 1,5 cl de vermú seco.
Elaboración: Mezclar los ingredientes en un vaso frío. Exprimir unas gotas de zumo de limón y adornar con una aceituna. Si prefieres un Gibson sólo tienes que adornarlo con una cebotella.

6. Brandy Alexander - El alcohol es uno de los protagonistas de la película «Días de vino y rosas» (Blake Edwards, 1963), protagonizada por Jack Lemmon y Lee Remick. Esta película no habría sido la misma sin la espiral decadente que la bebida lleva al protagonista Joe Clay. La escena en la que se prepara un Brandy Alexander es un ejemplo de ello. Se cree que este cóctel fue creado en Londres, en 1922, en la boda de la Princesa Real y Vizconde Lascelles. Sin embargo, la receta de esta mezcla aparece, por primera vez, en un libro que editó el camarero Hugo Ensslin en 1915.
Receta: Ingredientes: 2 centilitros de brandy; 2 cl de crema de cacao y 2 cl de crema de leche.
Elaboración: Mezclar todos los ingredientes con hielo, y servirlos en un vaso frío. Decorar con una pizca de nuez moscada.

7. Champagne cóctel. «Casablanca» - A pesar de que Rick Blaine (Humphrey Bogart) nunca bebía con clientes, lsa Lund (Ingrid Bergman) se salió con la suya. Ambos compartieron el momento en el que bebieron un Champagne cóctel en la famosa película de Michael Curtiz, «Casablanca» (1942).
Se cree que fue creado por el barman John Dougherty en un concurso realizado en Nueva York en 1889, en el que ganó la medalla de oro. El champán ha sido, junto con el whisky, una de las bebidas que más se ha plasmado en el cine. Que se lo digan a Ingrid Bergman en la borrachera «Encadenados» (Alfred Hitchcock, 1946). O a Audrey Hepburn, la protagonista de «Desayuno con diamantes» (Blake Edwards, 1961) que en la misma película dijo: «No creo jamás haber tomado champagne antes del desayuno. Con el desayuno varias veces, pero antes nunca, nunca.».
Receta: una cucharadita de azúcar, dos o tres gotas de amargo de Angostura, un chorrito de brandy o coñac, champán, una guinda roja, y una cáscara de limón o naranja.
Elaboración: Añade primero el azúcar, después las dos o tres gotas de amargo, seguidamente el chorrito de brandy, y por último llena la copa con champán. Decoralo con una guinda roja y una cáscara de limón o naranja.

8. Old fashioned - A pesar de que su traducción sea «pasado de moda», este cóctel nunca lo está. Que se lo digan a Don Draper, protagonista de la famosa serie «Mad men», que lo pide sin parar. Esta bebida ha sido un ingrediente en varias películas, como en «It's a Mad Mad Mad Mad World» (Stanley Kramer, 1963) donde Tyler Fitzgerald (Jim Backus) se toma tres Old Fashioned mientras vuela su avión. Cuando se prepara el cuarto, pide ayuda en el pilotaje a Benjy (Buddy Hackett), que le pregunta «¿y si algo pasa?». Fitzgerald responde «¿qué puede un pasarle a un Old Fashioned?». Se dice que la primera vez que apareció este cóctel fue por un camarero de un bar en Lousville, Kentucky en 1880. Pero se popularizó por el coronel James E. Pepper, propietario de la destilería bourbon, famosa por producir el Old en 1776.
Receta: 4 centilitros de whisky, un terrón o una cucharadita de azúcar, dos gotas de amargo de Angostura, un golpe de agua o soda, una rodaja de naranja y una cáscara de limón.
Elaboración: Añade primero el azúcar, después el amargo y el agua. Mezclarlo hasta que se disuelva el azúcar. Exprimimos un poco la rodaja de naranja para soltar el jugo. Después añadimos hielo, el whisky y lo removemos. Adornalo con una guinda al maraschino y con una cáscara en espiral de limón.

9. Shirley Temple - Si prefieres un cóctel sin alcohol. Te recomendamos el Shirley Temple creado en honor de la actriz y diplomática estadounidense. Se acreditan varias versiones sobre su origen. Algunos atribuyen su invención a El Royal Hawaiian Hotel de Waikiki, en Honolulu (Hawái) en 1930. Otros consideran que el creador fue Dave Chasen, barman y fundador del restaurante «Chasen's» en Beverly Hills, California, local que frecuentaba la actriz siendo niña.
Receta: dos partes de Ginger ale (cerveza sin alcohol hecha a partir del jengibre), un chorrito de granadina y una parte de zumo de naranja.
Elaboración: Mezclamos primero la granadina y el zumo de naranja, lo servimos en un vaso frío. Añadimos la Ginger. Lo decoramos con una cereza y con una rodaja de limón.

10. Bloody Mary - Algunos lo llaman el «cóctel para la resaca». Sabemos que el tomate es bueno para esos dolores de cabeza tras una noche de juerga, pero no el vodka. Bloody Mary era el apodo de María Tudor, reina de Inglaterra durante cinco años (1553-1558), famosa por mandar a la hoguera a todo protestante que se cruzase por su camino. El cóctel fue creado en 1920 en el Harry’s Bar de París. Algunos dicen que el camarero, Pete Petito lo bautizó con ese nombre en homenaje a la actriz Mary Pickford. Según los norteamericanos la creación fue por un barman del St. Regis Sheraton de Nueva York. Sea el «cóctel para la resaca» o no, lo que sabemos es que el gazpacho siempre es eficiente y adormece nuestra «jaqueca». O sino que se lo digan a Marisa (Rossy de Palma) en «Mujeres al borde de un ataque de nervios» (Pedro Almodóvar, 1988).
Receta: 9 partes de vodka, 6 partes de zumo de tomate, una pizca de sal y pimienta negra, 6 chorritos de salsa Worcestershire o salsa inglesa, una cucharada de salsa Tabasco, un chorrito de zumo de limón o de lima.
Elaboración: No se utiliza coctelera. Primero mojamos los bordes del vaso con sal. Servimos todos los ingredientes y los removemos con una cuchara. Podemos decorarlo con una rodaja de lima, pepinillos en vinagre, una gamba o verduras.
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martes, 8 de agosto de 2017

La elegancia


Del Curso "IMAGEN PERSONAL: El primer paso hacia el éxito profesional" - La ELEGANCIA es mas una filosofía de vida, de comportamientos, de modos y aptitudes, que de puro y simple protocolo social. La elegancia se sustenta en un triángulo del que forman parte la Educación, la Delicadeza y la Cultura. En cierto modo esos valores son equiparables a un buen libro y a una buena colonia; el libro aromatiza el alma, la colonia el cuerpo, y ambos a la persona.
La palabra “elegante” proviene del latín “elegere”, elegir, que es una cualidad humana, que permite escoger siempre lo mejor.
La elegancia es el modo de ser y de estar, íntegro, positivo y armonioso, de determinadas personas, que se manifiesta externa e interiormente en su modo de vivir, estar, vestir, moverse, y relacionarse en la sociedad, con gracia, nobleza, sencillez, respeto a los demás, naturalidad y buen gusto. Lo elegante va unido a lo bello.
Existen cuatro CARACTERÍSTICAS DE LA ELEGANCIA:
1) ESTÉTICA: Entendida como el buen gusto y el estilo propio en el modo de presentarse. Lo estético tiene mucho que ver con LA actitud humana que defiende la intimidad personal, a la vez que atrae, seduce y provoca.
2) NATURALIDAD: No hay elegancia verdadera si no es con la naturalidad que proviene a partes iguales de la espontaneidad y de la autenticidad; es decir, mostrarse uno tal cual es, de modo que lo que ven de nosotros responda a nuestro ser verdadero. La moderación y la mesura también forman parte de la naturalidad. Como todo en esta vida, los excesos no son elegantes, porque hacen que las cosas y los gestos no sean sinceros.
3) LA DISTINCIÓN: Es lo que sobresale de la persona, lo que la eleva y la hace señorial. Es lo opuesto a lo vulgar, a lo zafio, al desaliño y a la suciedad. Algunas personas tienen porte, andares, formas bien proporcionadas, hermosas. Estas personas, si tienen buen gusto y un toque de distinción, pueden llegar hasta un esplendor natural que a las demás les suele resultar inalcanzable.
4) LA BELLEZA: Armonía y proporción de las partes dentro del todo, cuerpo, ropa, lenguaje o conducta. Es la presencia de lo bello en la figura, en los actos y movimientos y en la compostura.
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