Nadine Bogner, fundadora de Phone Learning, ha creado una empresa para enseñar idiomas por teléfono basándose en un método de enseñanza a distancia que usan los niños en Siberia. Bogner asegura que en España hay sentimiento de inferioridad por no hablar inglés y asegura que más del 90% de los directivos no se atreve atender llamadas en inglés por teléfono.
Nadine Bogner (Wiesbaden, Alemania, 1976) tiene 31 años, dos empresas y está en camino de crear una tercera. Hija de padre alemán y madre catalana, pasó la mayor parte de la infancia viajando por Europa con su familia y cursó estudios de traducción e interpretación en la Universitat Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona. Con 23 años, decidió dejar de trabajar para otros. Ha fundado Bogner Communications, especializada en traducciones, y Phone Learning. Esta última empresa ofrece clases de inglés por teléfono.
Nadine Bogner (Wiesbaden, Alemania, 1976) tiene 31 años, dos empresas y está en camino de crear una tercera. Hija de padre alemán y madre catalana, pasó la mayor parte de la infancia viajando por Europa con su familia y cursó estudios de traducción e interpretación en la Universitat Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona. Con 23 años, decidió dejar de trabajar para otros. Ha fundado Bogner Communications, especializada en traducciones, y Phone Learning. Esta última empresa ofrece clases de inglés por teléfono.
Pregunta: ¿Por qué creó su propia empresa?
Respuesta: Trabajaba de traductora y mis jefes no me valoraban. El único contacto con ellos era el cheque a final de mes. Me sentía como una esclava. En un acto de rebeldía me fui un día a Barcelona Activa y me informé de los pasos para crear una empresa.
P.: ¿Es tan difícil como dicen ser emprendedor?
R.: No hay ninguna ayuda a la mujer, ni subvenciones ni nada parecido. Siempre nos hemos financiado con ahorros y con los beneficios de la empresa de traducción, que fue la primera que creé. Confío más en nuestra pasión por el trabajo que en el Estado.
P.: ¿Estudiar inglés por teléfono es efectivo?
R.: El método se inspira en el sistema de aprendizaje a distancia por radio que usan los niños de zonas aisladas de Siberia. Nadine Bogner (Wiesbaden, Alemania, 1976) tiene 31 años, dos empresas y está en camino de crear una tercera. Hija de padre alemán y madre catalana, pasó la mayor parte de la infancia viajando por Europa con su familia y cursó estudios de traducción e interpretación en la Universitat Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona. Con 23 años, decidió dejar de trabajar para otros. Ha fundado Bogner Communications, especializada en traducciones, y Phone Learning. Esta última empresa ofrece clases de inglés por teléfono.
P.: ¿Cuál es el perfil del estudiante por teléfono?
R.: Los hábitos están cambiando. La gente no tiene tiempo y quiere conciliar la vida personal con la familiar. Sobre todo trabajamos para empresas, pero también hay muchos particulares. Con las clases presenciales hay un 40% de los estudiantes que anulan la clase por imprevistos. Nosotros hemos reducido el porcentaje a un 3%.
P.: ¿Recuerda alguna anécdota?
R.: El pasado mes de julio un profesor llamó a un alumno y de fondo se oían las olas del mar y el viento. ¡El señor estaba dando su clase sentado en una toalla en la playa! Otra de nuestras alumnas es ama de casa y da la clase mientras toma su café con leche con la bata puesta.
P.: ¿Como está España en inglés?
R.: El nivel de gramática es bueno en general, pero la mayoría de personas no lo hablan ni lo entienden. Leí un informe hace poco según el cual el 92% de los directivos rechaza atender una llamada en inglés. Hay mucho sentimiento de inferioridad con el inglés.
P.: ¿Es rentable enseñar idiomas?
R.: Nosotros facturamos 400.000 euros y a partir de este año tendremos beneficios en Phone Learning, que empezó a operar en 2007.
Expansión - 1/04/08
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