Los pañuelos desechables producidos por Kimberly-Clark están hechos de un material inventado por esta compañía durante la Primera Guerra (1914-1918) Mundial, de nombre "cellucotton". Al iniciarse la contienda había escasez de algodón, y se creó un sucedáneo de notable absorbencia como vendaje quirúrgico. Una versión más absorvente fue usada en los filtros de las máscaras antigas, en lugar del algodón que se usaba en ellas hasta entonces, pero que era escaso y necesario en la industria de la confección.
El Cellucotton, fue fabricado en cantidades tan enormes que, después de la guerra, sus excedentes llenaron almacenes enteros. Para deshacerse del stock se comercializó el producto en forma de toallas deshechables para el cuarto de baño, pero no funcionó. Una aplicación posterior fue el Kotex, una nueva compresa femenina. Y luego como producto de belleza, impregnado el tejido en colcrén (1924), se llamó Kleenex Kerchiefs eran un medio elegante para eliminar el colorete, la base, los polvos y el rojo de labios, para la campaña de publicidad se contrataron estrellas de Hollywood y Broadway.
A los pocos años de su introducción al mercado, la compañía recibió cartas de mujeres que se quejaban de que sus maridos utilizaban las toallitas para sonarse la nariz, y sugerían su uso contra el resfriado común y la rinitis alérgica.
La dirección de la KimberIy-Clark, confusa y dividida, decidió sondear el mercado para dejar bien aclarada la doble finalidad del tejido. Un grupo de consumidores de Peoría, Illinois, fue invitado a remitir a la empresa uno de los dos cupones que se les hicieron llegar. En uno se leía: “Estamos convencidos de que no hay nada como el Kleenex para eliminar el colcrén.” El texto del otro cupón estaba redactado en estos términos: “Estamos convencidos de que el Kleenex es maravilloso como pañuelo.” Los cupones podían cambiarse por una caja gratis en las farmacias y las tiendas locales. Cuando se contaron los votos, los números resultaron decisivos: el sesenta y uno por ciento de los remitentes de cupones se habían pronunciado por el uso como pañuelo.
Su uso como pañuelo desechable se extendió, por lo que la compañía creó el slogan "Don't Carry a Cold in Your Pocket" ("no lleves un resfriado en tu bolsillo").
Félix Velasco
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