En las actividades cotidianas los efectos de una buena actitud son inmediatos. Una actitud comprensiva te ayuda a conseguir amigos, una actitud amable permite que los otros te ayuden, una actitud valiente te hace superar los obstáculos. En contraste, las actitudes descorteses, violentas, intolerantes, agresivas, groseras,.. hacen que la persona que las practica se aísle, viva en continuo enfrentamiento con su entorno, vea el aspecto negativo de la situación, acentúe los inconveniente y no vea las posibilidades.
Félix Velasco