España ocupa el séptimo lugar en dependencia energética de la Unión Europea de los 27 con una tasa de dependencia del 81,4%, 4,7 puntos porcentuales más que en el año 2000, según los datos del Eurostat referentes al año 2006 recogidos por el Instituto de Estudios Económicos.
Por lo que es lógico que las empresas extranjeras se lo piensen mucho antes de instalar sus fábricas en nuestra nación, pues el coste energía/trabajador/producto es altísimo.
No producimos energía (cuando en la mayoría de los paises desarrolados es su apuesta principal), y tenemos que comprarla, con el encarecimiento de costes que eso conlleva.
Y como tampoco podemos competir en I+D, más el caos de las autonómicas que nos impide ir todos a una, sólo queda, para atraer empresas (y en consecuencia crear puestos de trabajo) la baza del sueldo bajo para ser competitivos.
Y mientras tanto los politicos, ajenos a la realidad y de espaldas al puelo, juegan a intrigas partidistas. ¡Que pena!
Félix Velasco
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