Los problemas de tesorería de la Generalitat de Cataluña no solo han obligado a retrasar a enero el pago del 20 por ciento de la extra de Navidad de sus 210.000 funcionarios, sino que están llevando a dilatar los pagos de retenciones de IRPF y cotizaciones sociales al Estado. Así lo reconoció ayer en el Parlamento autonómico el consejero de Economía, Andreu Mas-Colell, que utilizó el término "cierre de cajas transitorio", en alusión al episodio de 1899 con el que empresarios y comerciantes catalanes protestaron contra la subida de impuestos producto de la crisis colonial de 1898.
El «cierre de cajas» de la Generalitat es puntual y pactado con el Gobierno, se precisó a ABC desde el Ejecutivo autonómico, y es producto de la grave situación de falta de liquidez por la que atraviesa la tesorería catalana. El retraso en los pagos implicará posponer un mes el pago de las retenciones de IRPF correspondientes a noviembre, que se harán efectivas el 20 de enero junto con las de diciembre, por una cantidad que desde la Generalitat no se supo precisar.
Según se reconoció desde la Consejería de Economía, el retraso no implicará sanción o cobro de intereses. Ante la casi segura perspectiva de que la situación de caja no mejore, la Generalitat negocia la posibilidad de aplazar un mes el pago de las cotizaciones sociales de octubre, que debían abonarse el 31 de diciembre.
A, Gubern
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Félix Velasco
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