martes, 7 de junio de 2011

Un ejemplo a seguir

En septiembre del pasado año, el parlamento islandés decidió llevar a juicio al exprimer ministro Geir Haarde por negligencia en su gestión ante la crisis, durante la que se produjo el colapso bancario del país. Nueve meses después, Islandia verá al político en los tribunales: hoy arranca el proceso judicial.
Para hoy está previsto que se confirme la acusación, aunque medios islandeses apuntan a que el juicio en sí no comenzará hasta después del verano, ya que el tribunal concederá a Haarde un plazo para presentar objeciones.
El órgano encargado de estudiar el caso es el Landsdómur, un tribunal especial creado en 1905 para tratar procedimientos contra miembros del gobierno y que se pondrá en funcionamiento por primera vez en su historia. Está formado por 15 personas: cinco jueces del Tribunal Supremo, un presidente de un tribunal de primera instancia, un catedrático de derecho constitucional y ocho ciudadanos designados cada seis años por el Parlamento.
La acusación
En el auto de acusación preliminar presentado hace un mes, el fiscal Sigridur Fridjonsdottir pide una condena para el ex primer ministro por violar la ley sobre responsabilidad de los ministros al desoír las advertencias que recibió sobre una inminente quiebra de los principales bancos islandeses.
A pesar de los avisos recibidos entre otros por el Banco Nacional, Haarde no adoptó ninguna medida para reducir los efectos del colapso antes de que éste se produjera ni presionó a los bancos para vender sus activos y disminuir los riesgos, según el fiscal, quien no especifica ninguna pena concreta para el delito.
El exprimer ministro, cuyo abogado pedirá que la acusación sea desestimada, calificó de escandaloso que la Fiscalía tardara siete meses en presentar cargos y que al final éstos coincidieran con la resolución en 2010 por el Parlamento en base al informe de la comisión investigadora creada para determinar las responsabilidades en la crisis.
En esa misma votación, el Parlamento exculpó a tres ex altos cargos de su Gobierno, un conservador y dos socialdemócratas, en contra del parecer de la comisión investigadora.
El colapso bancario obligó a nacionalizar los principales bancos del país y situó colocó a Islandia, que tuvo que pedir ayuda financiera al FMI, en la peor crisis de su historia reciente. Las protestas populares provocaron en enero de 2009 la caída del Gobierno de coalición entre el conservador Partido de la Independencia y el Partido Socialdemócrata, encabezado por Haarde, que se retiró de la política al descubrírsele un tumor cancerígeno. La izquierda, en una coalición entre socialdemócratas y "rojiverdes", gobierna por mayoría absoluta desde abril de 2009 un país que negocia ahora su entrada en la UE.
El Economista
FVA - Management
Félix Velasco

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