- Usa moderadamente el humor para crear una complicidad con el auditorio y crear un ambiente distendido.
- Procura saber de antemano el tipo de público que tendrás en frente para llevar por el camino correcto el discurso y no aburrir o molestar a nadie.
- Debes conocer a la perfección la materia que vas a tratar, sino es mejor que no aceptes la ponencia.
- Es importante ser consciente de tus defectos y virtudes en la oratoria, para eliminar los primeros y potenciar los segundos.
- Lleva una ropa adecuada.
- Proyecta confianza y seguridad en lo que estás explicando, sin titubeos ni "muletillas".
- Utiliza correctamente el lenguaje corporal.
- Habla de forma comprensible, evitando utilizar palabras y expresiones excesivamente técnicas (si el auditorio es profano en la materia), así como grandielocuentes que sólo confunden a quienes escuchan.
- Utiliza el tono y volumen adecuado, en función de los oyentes, la disposición de los mismos y del local donde estéis reunidos.
- Habla con entusiasmo y convicción, el primero en creer lo que dices debes ser tu mismo.
Félix Velasco
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