Iván: Y van...

No sé cómo la gente del Gobierno e islas adyacentes anda criticando el Bachillerato de Excelencia que propone Esperanza Aguirre para que el pelotón de los torpes de cada clase no retrase a la escapada de cabeza, cuando para mí que los hijos del señorito Chaves ya lo han cursado. Y con nota. ¿Les parece poca excelencia que empresa que coloca a Paula Chaves es empresa a la que le llueven las subvenciones? Esta chica debe de ser un prodigio. Si hay tantas empresas en crisis es porque no han tenido la vista de contratarla. Y lo mismo digo del Bachillerato de Excelencia en las Artes de la Mangoleta que cursó esa nueva versión de Juan Guerra sin cafelitos que es Iván. Y van... Ya hemos perdido la cuenta de las que van: que si Mercasevilla, que si las subvenciones de la Unión Europea, que si los EREs con intrusos del partido, que si los fondos para minas que no existen.

Cuando pidieron a los políticos que declarasen su patrimonio dijo Chaves que sólo tenía 3.400 euros en su cuenta. Vaya mierda de cuenta corriente. ¡Qué tío más derrochón!, pensaría cualquiera: derrocha no sólo el dinero público, sino el privado, y está tieso como la mojama. Adujo entonces Chaves en su descargo que todo se lo gastaba en darles estudios e idiomas y formación a sus hijos. A la vista está. Lo que ocurre es que otros padrazos también se han gastado fortunones en la educación de sus hijos, hasta los han mandado al extranjero, y los tienen en el paro desde que acabaron la carrera. No han tomado estos padres la precaución previa de ser presidentes de la Junta de Andalucía, presidentes del Partido Socialista y vicepresidentes terceros del Gobierno de España. No saben los que quieren lo mejor para los estudios de sus hijos que igual que los Reyes Magos son los padres, el Bachillerato de Excelencia también son los padres: los padres que firman en el Boletín Oficial de la Junta y que adjudican obras y concursos y dan subvenciones.

Me gusta dar la vuelta al calcetín de la realidad. ¿Se imaginan que el Bachillerato de Excelencia hubiera sido una idea del PSOE, cómo lo presentarían ahora como el prodigio del progresismo? Como no se le ha ocurrido al PSOE, es facha. ¿Y se imaginan que a quien le hubiera salido un niño conseguidor hubiese sido a Javier Arenas ya como presidente de la Junta? Es que estoy oyendo a esa SER, a ese Canal Sur, a esa Radio Nacional largando del niño de Arenas; a esos intelectuales del pesebre pidiendo su dimisión; a esos sindicatos echándose a la calle; a ese Parlamento votando su reprobación. Hubieran puesto en marcha la máquina del tópico de los señoritos andaluces: «No se conforman con ser los dueños del cortijo, sino que estos señoritos quieren además que los hijos de papá también vivan a costa de los pobres».

Ay, cómo echo en falta un malvado Rubalcaba en la oposición, un virtuoso de la comunicación que haga encajes de bolillos y que juegue al abejorro con las mangoletas del PSOE, con el triste y recurrente espectáculo de la corrupción andaluza, por la que no pasan los años. Si han liado la que han liado con las cuatro chaquetas y dos pantalones de Camps, ¿se imaginan la que tendrían formada en toda España con el niño de Javier Arenas trincando, y con el PP quitando el dinero a los parados del ERE para darlo a sus paniaguados, y desviando las subvenciones europeas a las empresas adictas al partido del Régimen? Porque aunque esté feo el preguntar me digo: ¿cuántos trajes de Camps se pueden comprar con los miles de millones de las mangoletas del Régimen de Andalucía?

Antonio Burgos

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Félix Velasco