martes, 26 de mayo de 2009

Pagar con el dinero de todos


El déficit del Estado hasta el mes de abril fue de 6.553 millones de euros, el 0,60% del Producto Interior Bruto (PIB). Medido en términos de caja el agujero en las arcas estatales roza ya los 8.500 millones de euros.
Zapatero ha advertido en Dos Hermanas, la tierra del clan socialista al que han sumido en la pobreza más absoluta, que ensayará en Andalucía su "cambio de modelo productivo" (que nadie sabe en qué consiste). Posiblemente será seguir esquilmando esa zona de España, y para muestra recordemos algunos que el vicepresidente tercero del Gobierno y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves, abandonó la Junta de Andalucía (tras 19 años al frente de esta autonomía), y que al poco tiempo de presidir un Consejo de Gobierno que aprobó un incentivo de casi 10,1 millones de euros a una empresa de la que es apoderada su hija Paula Chaves Iborra. Lo cual podría constituir una violación de la Ley de Incompatibilidades de Altos Cargos aprobada por el Parlamento autonómico andaluz durante la pasada legislatura.
Pero no es el único, ni es la primera vez, pues el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, acaba de utilizar el avión Falcon 900 del Ministerio del ejército, que tiene a su disposición como presidente de España, para ir a un acto electoral de su partido (cuando estos gastos siempre los pagan los partidos, no todos los españoles con sus impuestos. Lo paradójico, esta vez, fue que montase en la aeronave militar para despotricar sobre una economía que consume petróleo (imaginamos que ese avión consumiría agua, claro), y anunciar con toda pompa su nuevo modelo energético, que estrenará en la «Andalucía sostenible» del futuro. Ya en otra ocasión viajó para acompañar a sus hijas a Londres para que asistiesen a un curso de estudios. La hemeroteca nos deja flagrantes casos de utilización de bienes de Estado por parte de los políticos que, con ellos a mano, deciden hacer un mal servicio público en beneficio personal. En Sevilla se recuerda vivamente, aunque haya que remontarse más de dos décadas hasta 1988, que el entonces vicepresidente de Felipe González, Alfonso Guerra, ordenase fletar un avión Mystère para ir de Portugal (de la localidad del Algarve luso de Faro, donde se encontraba con su hijo) rumbo a Sevilla para no llegar tarde a una corrida de toros en La Maestranza. El motivo que se esgrimió fue que había mucho tráfico en carretera y así se ahorraba la cola fronteriza de Ayamonte (Huelva). ¿Por qué el pueblo español tiene tan mala memoria y se olvida de los lobbos vestidos con piel de oveja?
Y de pronto el Gobierno saca pecho y decide acabar con el déficit de la tarifa eléctrica, que ha sido creado por la política de ayudas públicas a energías que no son eficientes, la fotovoltaica o solar, la biomasa y la eólica. Así, los ciudadanos pagamos dos veces (lo hacen por nuestro bien, claro), primero abonamos la factura correspondiente a la compañía eléctrica y, después, financiamos las subvenciones con el dinero de nustros impuestos. El negocio es redondo para las empresas dedicadas a este sector y para la "imagen" el Gobierno, pero, como siempre, los que salimos perdiendo somos los contribuyentes. Las renovables costaron a todos los usuarios en 2008 más de 3.300 millones de euros en primas. Los datos de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) especifican que 1.144 millones fueron a la energía eólica, 968 millones a la solar, 716 millones a la cogeneración y el resto a la hidráulica, la biomasa y el tratamiento de residuos.
Dos tecnologías, la eólica y la fotovoltaica, se llevan dos tercios. En 2008, los molinos de viento (16.549 megavatios de potencia instalada) cubrieron aproximadamente el 11% de la demanda, con puntas de producción de hasta el 30% (11.200 megavatios, según datos de Red Eléctrica). La energía solar fotovoltaica, con 3.120 megavatios de potencia instalada en 2008, seis veces más que en 2007, tiene como horizonte lejano alcanzar ¡una producción del 1%!!!
La conclusión a la que ha llegado el Ministerio de Industria es que en determinadas tecnologías se ha creado una burbuja especulativa insostenible, con crecimientos de hasta el 450% anual como sucedió en el negocio fotovoltaico hace un año.
Del cinturón de presidente en el mitín, valorado en 500 euros, marca Hermes (francesa), mejor no hablemos. Malo, muy malo, cuando los progres-pijos-buenistas-descamisados toman decisiones para ayudar al pueblo obrero. ¡Pobre pueblo!
Félix Velasco

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