domingo, 17 de mayo de 2009

El pensamiento sistemico



El pensamiento sistémico cuenta con difusión en el mundo de la empresa desde mediados del siglo XX, especialmente desde principios de la década del 90 debido al éxito editorial de la obra de Peter Senge, “La Quinta Disciplina” (pensamiento sistémico, dominio personal, modelos mentales, visión compartida, y trabajo en equipo).
Podemos definir "sistema" como un conjunto de elementos que interactúan en forma dinámica y están organizados con relación a una finalidad (como puede ser el cuerpo humano, la familia, la sociedad o la empresa).
El estudio de un sistema involucra a todas sus partes relacionándolas entre sí, lo cual equivale a decir que las propiedades de los sistemas no pueden describirse solo en términos de sus elementos por separado. Y más aún: los sistemas existen dentro de otros sistemas (todo tiene que ver con todo): En el cuerpo humano el sistema molecular existe dentro del sistema celular, las células dentro de los tejidos, los tejidos dentro de los órganos y así sucesivamente. El funcionamiento coordinado de todos genera las condiciones para la preservación de la vida.
A modo de ejemplo señalamos dos "ciclos sistémicos" en los gráficos, el del nitrógeno y el del agua
Lo mismo podemos tener en cuenta en un coche o en un avión, todas sus partes interrelacionan para que la estructura del conjunto funcione, ofreciendo lo que buscamos, por ejemplo velocidad, seguridad, movimiento, confort,...
La propia naturaleza funciona del mismo modo, un ejemplo evidente sería el ciclo del agua: vapor, nubes, lluvia,... que interactua con la vida del planeta Tierra. Cuando esa totalidad sistémica no se produce, aparecen los problemas.
Como su nombre indica el pensamiento sistémico, aplicado al Management, es un modelo de "pensamiento", que tiene como finalidad la visión totalizadora, del conjunto frente a las miradas parcializadas utilizadas habitualmente en la empresa, en los departamentos, en el organigrama,... Las formas de pensamiento aplicadas en el trabajo cotidiano determinan el diseño y la forma de gestionar la empresa.
Para que un Equipo de Trabajo pueda ser considerado como tal, sus componenetes, además de poseer los conocimientos científicos, artísticos, contables,.... requeridos para el puesto que desempeñan, deben aportar una alta calidad humana, participar de la Visión y Misión de la empresa y trabajar en forma coordinada, sistematizada e interrelacionada, dando cabida también a la improvisación personal, la creatividad y la innovación. Por descontado ese Equipo de Trabajo debe estar sustentado por un Espíritu de Equipo, dejando de ser "gente junta" y convirtiéndose en una realidad compacta. Es deseable que la Visión compartida surja de un compromiso genuino antes que el mero acatamiento.
La empresa que logre trazar su "mapa sistémico concreto" más completo posible, podrá entender muchas de las cosas que le suceden y poner remedio a aquellas que no funcionan. Quien mejor compleda el conjunto, mejor podrá actuar.
Félix Velasco

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