Del Curso "IMAGEN PERSONAL: El primer paso hacia el éxito profesional" - La ELEGANCIA es mas una filosofía de vida, de comportamientos, de modos y aptitudes, que de puro y simple protocolo social. La elegancia se sustenta en un triángulo del que forman parte la Educación, la Delicadeza y la Cultura. En cierto modo esos valores son equiparables a un buen libro y a una buena colonia; el libro aromatiza el alma, la colonia el cuerpo, y ambos a la persona.
La palabra “elegante” proviene del latín “elegere”, elegir, que es una cualidad humana, que permite escoger siempre lo mejor.
La elegancia es el modo de ser y de estar, íntegro, positivo y armonioso, de determinadas personas, que se manifiesta externa e interiormente en su modo de vivir, estar, vestir, moverse, y relacionarse en la sociedad, con gracia, nobleza, sencillez, respeto a los demás, naturalidad y buen gusto. Lo elegante va unido a lo bello.
Existen cuatro CARACTERÍSTICAS DE LA ELEGANCIA:
1) ESTÉTICA: Entendida como el buen gusto y el estilo propio en el modo de presentarse. Lo estético tiene mucho que ver con LA actitud humana que defiende la intimidad personal, a la vez que atrae, seduce y provoca.
2) NATURALIDAD: No hay elegancia verdadera si no es con la naturalidad que proviene a partes iguales de la espontaneidad y de la autenticidad; es decir, mostrarse uno tal cual es, de modo que lo que ven de nosotros responda a nuestro ser verdadero. La moderación y la mesura también forman parte de la naturalidad. Como todo en esta vida, los excesos no son elegantes, porque hacen que las cosas y los gestos no sean sinceros.
3) LA DISTINCIÓN: Es lo que sobresale de la persona, lo que la eleva y la hace señorial. Es lo opuesto a lo vulgar, a lo zafio, al desaliño y a la suciedad. Algunas personas tienen porte, andares, formas bien proporcionadas, hermosas. Estas personas, si tienen buen gusto y un toque de distinción, pueden llegar hasta un esplendor natural que a las demás les suele resultar inalcanzable.
4) LA BELLEZA: Armonía y proporción de las partes dentro del todo, cuerpo, ropa, lenguaje o conducta. Es la presencia de lo bello en la figura, en los actos y movimientos y en la compostura.
La palabra “elegante” proviene del latín “elegere”, elegir, que es una cualidad humana, que permite escoger siempre lo mejor.
La elegancia es el modo de ser y de estar, íntegro, positivo y armonioso, de determinadas personas, que se manifiesta externa e interiormente en su modo de vivir, estar, vestir, moverse, y relacionarse en la sociedad, con gracia, nobleza, sencillez, respeto a los demás, naturalidad y buen gusto. Lo elegante va unido a lo bello.
Existen cuatro CARACTERÍSTICAS DE LA ELEGANCIA:
1) ESTÉTICA: Entendida como el buen gusto y el estilo propio en el modo de presentarse. Lo estético tiene mucho que ver con LA actitud humana que defiende la intimidad personal, a la vez que atrae, seduce y provoca.
2) NATURALIDAD: No hay elegancia verdadera si no es con la naturalidad que proviene a partes iguales de la espontaneidad y de la autenticidad; es decir, mostrarse uno tal cual es, de modo que lo que ven de nosotros responda a nuestro ser verdadero. La moderación y la mesura también forman parte de la naturalidad. Como todo en esta vida, los excesos no son elegantes, porque hacen que las cosas y los gestos no sean sinceros.
3) LA DISTINCIÓN: Es lo que sobresale de la persona, lo que la eleva y la hace señorial. Es lo opuesto a lo vulgar, a lo zafio, al desaliño y a la suciedad. Algunas personas tienen porte, andares, formas bien proporcionadas, hermosas. Estas personas, si tienen buen gusto y un toque de distinción, pueden llegar hasta un esplendor natural que a las demás les suele resultar inalcanzable.
4) LA BELLEZA: Armonía y proporción de las partes dentro del todo, cuerpo, ropa, lenguaje o conducta. Es la presencia de lo bello en la figura, en los actos y movimientos y en la compostura.
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