Las cuentas de la solidaridad

Si toda crisis representa una ocasión propicia para mejorar y reformar, también lo es para desmontar tópicos políticos y sociales, sobre todo cuando se emplean para justificar victimismos y agravios comparativos. Uno de los tópicos más reiterados es el de que Cataluña contribuye tanto y recibe tan poco del Estado que su solidaridad está en la causa de su endeudamiento crítico. La solución, claro, es el pacto fiscal. Este argumento no es cierto tal y como lo presentan los nacionalistas, para empezar porque no son los territorios, sino los impuestos de los ciudadanos y las empresas, los que financian los servicios públicos. Además, las cifras no avalan esta tesis del nacionalismo catalán. Según datos del Ministerio de Hacienda, analizados por la Comunidad de Madrid, cada ciudadano madrileño aporta 384 euros al Fondo de Garantía para los servicios públicos básicos, frente a los 95 euros de cada catalán. No es bueno entrar en este debate de cifras, porque prima el interés nacional, pero resulta inevitable frente a los que siempre se creen acreedores.

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Félix Velasco