Mientras Junqueras juega con su castillo de naipes, las farmacias siguen sin cobrar. Igual que hospitales y escuelas. Del tercer sector ni hablamos, claro. Rajoy le ha abierto la mano con el déficit pero como mucho quedará en el 1,5%. El tijeretazo subirá por encima de los 3.000 millones. Ahí es nada. Los socialistas, todavía escaldados con el derecho a decidir, no quieren ser los samurais del siglo XXI. El harakiri es muy doloroso y dos, en tres meses, son multitud.
Conclusión, pasa el tiempo y el órdago se diluye. Avances cero. El presidente catalán hizo esta semana de tripas corazón y pidió socorro. Pidió a los partidos generosidad porque el país está mal. Tiene razón. Cataluña está mal, pero por culpa suya. Se metió en un jardín del que no sabe salir. Este trimestre se lo recordará con ganas. Se deben pagar más de 4.000 millones y en caja no hay ni para pipas.
Podía empezar la generosidad por él mismo. Suya es la culpa de la situación. Suya debe ser la asunción de responsabilidades. Suya debe ser la dimisión y su retirada para empezar una nueva partida. Ya no tiene al que era su fiel escudero Oriol Pujol y la cacareada consulta es sólo una mala canción de bar de baja estofa. Para colmo, el lío de la infanta. Miquel Roca será su abogado junto con el bufete Molins-Silva. Toda una ristra de apellidos vinculados al nacionalismo, afanándose en salvar la corona. ¡Quién lo iba a decir! Pues eso, generosidad.
Toni Bolaño
FVA Management - Blog
Félix Velasco
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