Los grupos sindicales, sobre todo UGT y CCOO, han sufrido un desplome en el número de afiliaciones. Según datos del Ministerio de Trabajo, la pertenencia a centrales sindicales ha caído desde el 17,4% de las personas que tienen empleo en 2008 al 17,2% en 2009. Es decir, 270.000 afiliados menos en sólo un año.
¿Por qué tenemos que financiar con nuestros impuestos sindicatos a los que no estamos afiliados, partidos políticos en los que no militamos, religiones en las que no creemos, asociaciones a las que no pertenecemos, cajas de ahorro que no son rentables, periódicos que no compramos, empresas en las que no trabajamos, publicaciones que no leemos, televisiones que no vemos, fiestas a las que no vamos, cine malo subvencionado, artistas afines al régimen en el poder,...?
Ahora va a resultar que sí hay recursos suficientes para todo lo necesario, pero resulta que los vividores de la "sopa boba" nos los están robando.
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Félix Velasco
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