Igual no da

Ridiculizan al de Bibiana Aído llamándolo Ministerio de Igual Da. Ahora bien, las acciones de los políticos en nombre de la igualdad podrán ser ridículas pero no son neutrales sino que representan ataques a la libertad. Y además, son ataques que tienen las características clásicas del totalitarismo: son diáfanos en su hostilidad a la propiedad privada, los contratos voluntarios y la libertad individual, y se presentan como misiones valientes y moralmente inobjetables. 

El ministerio de Igualdad, si no hay resistencia, concretará el globo sonda que ha lanzado sobre los “Agentes de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres”, siniestros comisarios políticos que el Gobierno impondrá en las empresas privadas para “acabar con la brecha de género que impide a las mujeres desarrollar sus vidas en términos de igualdad con respecto a los varones”. 
Esto, que bajo el disfraz progre es puro fascismo, no es objeto de reparo alguno por parte de las autoridades. Al contrario, Bibiana Aído no se ve como una totalitaria sino como una luchadora: “si hemos llegado hasta aquí, no vamos a retroceder”. 
El lenguaje es extraordinario. Se emplea la primera persona del plural y se sugiere que se trata de una lucha (Hitler empleaba la misma palabra, no por azar), una causa noble frente a la cual usted, señora, su empresa, su propiedad, su libertad, no cuentan para nada y deben ser sacrificadas por el bien de todos y todas. Lo entiende usted ¿no?

Carlos Rodríguez Braun

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