Por populismo nos solemos referir a aquel liante de masas, –gobierne o no–, que tiende a minusvalorar la división de poderes, mangonear normas y leyes, y poner a su particular servicio las instituciones del Estado con el fin de gobernar o alcanzar el poder a través de la relación directa con el pueblo, entendido pueblo no como la suma de ciudadanos libres y distintos, sino como un todo mítico reducido al volksgeist o espíritu del pueblo. Asimismo la representación política, y la acción parlamentaria, a menudo es sustituida por la relación directa del líder con ese volksgeist, bien a través de la manipulación de sus emociones e instintos más primarios, o a través de eventos deportivos, plebiscitos y referéndums.
Antonio Robles
Félix Velasco - Blog
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